viernes, 15 de mayo de 2009

3 leccion

tiempos fuertes y débiles

No todos los tiempos son iguales. Existe un dinamismo entre ellos que hace que no todos suenen con la misma intensidad. Es decir, hay unos tiempos que suenan más fuertes que otros. De hecho, siempre e intuitivamente, al marcar un ritmo se refleja este dinamismo.

Existen tres tipos de acentos:

FUERTE - SEMIFUERTE - DÉBIL

El primer tiempo de los compases que hemos visto es siempre fuerte.

En los compases de dos tiempos, el tiempo primero es fuerte; y el segundo débil. En uno de tres tiempos, el primero es fuerte, el segundo débil, igual que el tercero. Cuando el compás es de cuatro tiempos, el primero sigue siendo fuerte, el segundo débli, el tercero semifuerte y el cuarto débil.

Distintas clases de compases en donde se indica el tipo de tiempos de cada una.
Figura 16. Las distintas clases de compases.

En los compases de cuatro tiempos es como si juntásemos dos compases de dos tiempos. Pero la diferencia es que el tercer tiempo no es fuerte, sino que está entre el débil y el fuerte.

El tema que estamos tratando se puede aplicar tanto a los compases simples como a los compuestos. Esto es así porque los compuestos derivan de los simples. En cualquier caso, la diferencia entre los dos tipos de compases está en la forma de dividir los tiempos: de forma binaria para los simples, y de forma ternaria para los compuestos.

La síncopa

La síncopa es un efecto rítmico que tiene lugar cuando el sonido de una nota empieza dentro de un tiempo débil y se prolonga hasta uno fuerte. Esta prolongación puede producirse por combinación de notas a través de la ligadura.

De esta forma, podemos alterar el orden natural de los tiempos fuertes y débiles. Cuando hacemos sonar una nota en un tiempo débil lo convertimos en fuerte gracias al ataque del sonido de la nota.

Varios compases en donde se reproduce el efecto de la síncopa.
Figura 17. Con la síncopa podemos enriquecer el ritmo musical.

Podemos apreciar en la figura 17 que se produce una síncopa dentro del segundo compás. La segunda síncopa que se produce está entre el siguiente compás y el último. Este tipo es la síncopa de compás. Cuando subdividimos un tiempo en dos, una parte es fuerte y la otra débil. La síncopa de tiempo es la que se produce en las subdivisiones de los tiempos.

Varios compases con sus tiempos subdivididos en donde se reproduce la síncopa de tiempo.
Figura 18. Cuando subdividimos los tiempos aparece la síncopa de tiempo.

Síncopa regular e irregular

Cuando la síncopa la producimos por medio de notas de mismo valor (dos blancas, tres negras...) se trata de una síncopa regular. Por el contrario, cuando utilizamos, para este efecto rítmico, notas distintas (por ejemplo de blanca a corchea) estamos ante la síncopa irregular.

Combinando el orden natural de tiempos fuertes y débiles; y el orden que nosotros queramos dar por medio de la síncopa, podemos enriquecer muchísimos nuestra música. Podría resultar aburrido no alterar los tiempos fuertes y débiles.

El contratiempo y los valores irregulares

El contratiempo es parecido a la síncopa, acentúa una nota situada en un tiempo débil o parte del tiempo débil; aunque, en este caso, no se prolonga el sinido al tiempo fuerte.

Cuando el comtratiempo se usa en combinación con la síncopa, se puede enriquecer mucho más aún el ritmo de una canción. La sensación que tenemos con el contratiempo es que tenemos la impresión de que el ritmo va en contra.

El contratiempo puede ocupar la totalidad de un tiempo dentro del compás; como en los dos primeros compases de la figura 19. También puede ubicarse en las subdivisiones de los tiempos.

Varios compases donde se ilustra el contratiempo y los acentos de los tiempos.
Figura 19. El contratiempo puede recaer en las subdivisiones de los tiempos.

Una música sin síncopa ni contratiempo estaría encuadrada en un esquema más lineal y cuadrado rítmicamente hablando. Es una norma general que los intérpretes, al enfrentarse a este tipo de partituras, improvisen con el contratiempo para enriquecerle el ritmo a la partitura.

Valores irregulares

Las figuras de valor pueden salirse del dominio de la relación 1:2 que vimos en la lección dedicada a las figuras de valor. Asi, no hay necesidad que un tiempo esté limitado por albergar dos corcheas en un compás de 4/4. Los valores irregulares son grupos de notas que están unidas por un corchete o un arco.

Compases con agrupaciones de notas formando valores irregulares.
Figura 20. Los diferentes valores irregulares que podemos aplicar a las partituras.

Si añadimos los grupos irregulares, junto con la síncopa y el contratiempo, a nuestras interpretaciones musicales, lograremos una gran complejidad rítmica. Esta capacidad hará que aumente la calidad de las composiciones que seremos capaces de desarrollar.

Cabe decir, por otro lado, que las divisiones ternarias son más complejas a la hora de interpretar que las divisiones binarias.

Equivalencias:

Tresillo de corcheas = 2 corcheas
Quintillo de semicorcheas = 4 semicorcheas
Seisillo de semicorcheas = 4 semicorcheas

El tresillo y el seisillo son los valores irregulares más utilizados.

A la hora de aplicar valores irregulares en los compases compuestos la cosa cambia. De hecho se establece una relación a la inversa entre los simples y los compuestos. La consecuencia es que en los compases compuestos, un tresillo o un seisillo tendría un valor "regular".

Un dosillo ubicado dentro de un compás compuesto.

Las alteraciones fijas, accidentales y de precaución

Las alteraciones son unos símbolos gráficos que colocamos al lado izquierdo de las notas musicales. Estas alteraciones modifican la altura de la nota y son cinco:

SOSTENIDO ? DOBLE SOSTENIDO ? BEMOL ? DOBLE BEMOL - BECUADRO

Sin duda alguna, las que más se conocen son el sostenido y el bemol; pero las restantes alteraciones también son importantes para respetar las reglas a la hora de escribir en la partitura.

Un pentagrama en donde se muestran las distintas alteraciones musicales.
Figura 22. Las distintas clases de alteraciones.
  • El sostenido sube medio tono la nota.
  • El doble sostenido sube un tono la nota.
  • El bemol baja medio tono la nota musical.
  • El becuadro sirve para anular el efecto de alteración.

En la práctica, y en algunos casos, al subir dos alteraciones mediante las dobles alteraciones, se pasa a la nota siguiente. Por ejemplo, el Fa doble sostenido coincidiría con la nota Sol; lo mismo ocurre para una nota afectada por un doble bemol.

Alteraciones fijas (o propias)

Estas alteraciones aparecen al principio de la partitura, justo a continuación de la clave y antes de la fórmula de compás. Estas alteraciones se conocen como armadura de clave. Por otra parte, alteran los tonos de todas las notas que se encuentren a la altura de cualquier alteración de la armadura, también a sus octavas.

Una partitura en donde aparece la armadura de clave y la indicación de las notas afectadas.
Figura 23. Distintas notas Fa y Do afectadas por la armadura de clave.

Cuando queramos cambiar la armadura de clave, para modificar las alteraciones propias, necesitamos anticipar el cambio por medio de la doble barra. De esta forma quedará advertido el intérprete de un cambio significativo en la partitura.

Una doble barra en el pentagrama que anticipa a la armadura que hay escrita en el compás siguiente.
Figura 24. A la hora de cambiar las alteraciones fijas en mitad de la partitura,
hay que anunciarlo con la doble barra.

Alteraciones accidentales

Este tipo de alteraciones pueden aparecer en notas que no estén afectadas por la armadura de clave. Son alteraciones que podemos hacer a las notas de forma arbitraria. Cuando alteramos una nota, las notas que estén a la misma altura y en el mismo compás se alterarán automáticamente.

Unos compases en donde se analizan las alteraciones accidentales.
Figura 25. Análisis de las alteraciones accidentales.

Alteraciones de precaución

Hay ocasiones en las que es necesario facilitar la lectura de la partitura, bien porque sea muy compleja, o porque esté destinada a estudiantes. Las alteraciones de precaución están colocadas en donde teóricamente no son necesarias, se hace por eso, para facilitar la lectura. En muchas ocasiones están entre paréntesis para diferenciarlas.

Un pentagrama donde se señalizan las notas con alteraciones de precaución.

Los signos de expresión

Estos signos, o símbolos de expresión, sirven para indicar distintos aspectos a la hora de tocar una nota musical, o frase musical. Estos aspectos para tocar la nota se pueden referir a la dinámica, la intensidad, el tempo, etc...

Pueden ser palabras (en italiano en su mayoría) o símbolos propiamente dichos. Para sintetizar lo anterior, diremos que nos muestran la forma de ejecutar las notas o frases musicales.

Se clasifican según el tipo de matiz a tocar; por ejemplo como puede ser el tempo o la articulación. De esta forma tenemos signos para matices o articulación.

Matices

Estos signos de expresión nos dicen con que intensidad tenemos que tocar la nota musical. Por ejemplo, si tenemos que hacer sonar la nota fuerte o suave. A continuación se muestran todos los signos para controlar los matices (nombre, símbolo, como tocar):

  • Pianissimo: pp - muy suave
  • Piano: p - suave
  • Mezzo piano: mp - medio suave
  • Mezzo forte: mf - medio fuerte
  • Forte: f - fuerte
  • Fortissimo: ff - muy fuerte
  • Piano forte: pf - suave y después fuerte
  • Forte piano: fp - fuerte y después suave
  • Crescendo: cresc. - aumentando poco a poco la intensidad
  • Decrescendo: decresc. - disminuyendo poco a poco la intensidad
  • Diminuendo: dim. - disminuyendo poco a poco la intensidad

Existe también dos símbolos de aunmento o disminución progresiva, que tienen la misma función que crescendo y decrescendo. Éstos consisten en dos líneas que forman un ángulo; en la imagen 30 se pueden ver:


Figura 30. Dos signos para controlar el matiz a lo largo del compás.

Articulación

Estos signos nos indican de que forma tenemos que articular la mano a la hora de tocar una nota, o serie de notas musicales. Esto tiene sentido cuando entendemos que, según el movimiento de la mano, lograremos un efecto u otro. Aquí están estos signos de expresión:

  • Staccato o picado: acorta la duración de cada nota
  • Legato o ligado: se tocan todas las notas unidas
  • Portato: se destaca la nota apoyándose en ella
  • Acentuado: se destaca la nota que lleva el acento
Varios compases que muestran la grafía musical para la articulación.
Figura 31. Signos para saber como articular la mano para lograr el efecto perseguido.

En el compás último de la imagen hay dos tipos de acentos; el primero es el más usado, mientras que el segundo es un acento más seco y marcado. La ligadura de expresión agrupa una serie de notas que se tocan juntas, acortando la duración de la última. Estos signos pueden combinarse entre sí.

Velocidad

Estos son signos de expresión que son muy comunes en música clásica. Suelen colocarse al principio de la partitura; y representan el tipo de movimiento que se va a interpretar; o el cartácter que hay que proporcionarle a la música. He aquí algunos de ellos:

  • Lento: movimiento muy lento
  • Adagio: movimiento lento
  • Moderato: movimiento de velocidad media
  • Allegro: movimiento rápido
  • Presto: movimiento muy rápido
  • Apasionatto: apasionado
  • Con carácter: con presencia
  • Glocoso: gracioso

Por otro lado, el calderón es un signo de expresión que se le pone a una determinada nota para hacer indicar que se puede extender su duración cuanto se quiera, o se estime oportuno. Lo más general es verlo en la última nota de la partitura; pero si está en otro lugar, a continuación hay que poner a tempo para que el intérprete vuelva al tempo original.

Se muestra el símbolo del calderón en un compás.

Los adornos musicales

Los adornos musicales se pueden representar por medio de pequeñas notas que se colocan antes o a continuación de la nota principal. También hay otra serie de signos para hacer adornos.

De forma más formal se les denomina ornamentaciones; las más usadas son: la apoyadura, el grupeto, la cadencia, el trino y el mordete.

Estos adornos aparecieron a raiz del clave, que no permitía tocar con los matices ni con las articulaciones.

La apoyadura

Estas apoyaduras pueden ser la breve y la doble; la breve se escribe con una sola nota y tachada, mientras la doble con dos semicorcheas, que son también pequeñas. Este efecto se undica pues con pequeñas notas antes de la principal, colocándose un grado abajo o arriba de la nota a la que afecta.

Se muestra los dos tipos de apoyadura: la doble y la breve.
Figura 33. El efecto de apoyadura adorna la música.

El mordete

Este adorno, el mordete, es muy parecido a la apoyadura; aunque en este caso los grados de las notas musicales son conjuntos. El mordete es inferior cuando la nota que se utiliza es ascendente.

Se muestran dos partituras con el mordete superior e inferior.
Figura 34. El adorno musical de mordete.

El trino

La repetición de dos notas de forma rápida y alternada es lo que conocemos como adorno de trino. Para que sea trino, las dos notas tienen que estar a intervalo de un tono o medio tono. El símbolo que representa este adorno son las letras "tr".


Figura 35. El trino es un adorno muy común.

En la figura 35 se ha escrito fusas para representar la ejecución de este adorno musical, pero lo real es que se tienen que ejecutar las notas los más rápido posible.





1 comentario:

  1. Muchas gracias por la teoría musical muy interesante para el que quiera estudiar música.
    Te pongo en mi página para que entre la gente a aprender la teoría musical.

    Yo estoy aprendiendo piano, y enseño en mi página lo que voy aprendiendo.
    Puedo coger ideas de la teoría con las fuentes.
    Si es así Muchas gracias ----

    http://bach2411111.blogcindario.com

    Lo mejor del mundo : la música.

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